July 7, 2017

La otra cara de la moneda

Harry Tapia Orgulloso de pertenecer a “Northphilly”


Philadelphia PA. – Este 2017 no ha sido fácil reportar la cantidad de muertes violentas, la impunidad de las mismas, y el incremento de la epidemia de los opioides que azota principalmente las zonas más pobres de la ciudad en particular el noroeste de Filadelfia que es uno de los bastiones latinos, predominantemente puertorriqueños. Sin embargo si algo he podido testimoniar en esta ciudad, es que hay inspiradoras historias de éxito, en donde el código postal no ha determinado el desarrollo de muchos de nuestros líderes, y que predominan mujeres que han salido del barrio y ahora dirigen importantes agencias que sirven a su misma comunidad donde ellas han sobresalido.

En esta ocasión les presento la historia de un joven que tenía todas las características que lo podía hacer formar parte de las tristes estadísticas de los que forman parte un buen número de jóvenes inmigrantes o de origen latino y /o morenos, que forman parte de las listas de deserción escolar temprana, de los desempleados, de los delincuentes, y en el peor de los casos de los que están en las cárceles o en los panteones.

Harry Tapia desafió el destino, y como muchos de su tipología, fue gracias a su esfuerzo, a la dedicación de sus padres, y a la ayuda de un mentor, que sus aspiraciones no estuvieron en recorrer las calles de su barrio vagabundeando, Harry si recorre las calles del norte de Filadelfia, pero para ayudar a su gente, y dice para regresar lo que la comunidad le ha brindado. El destacado boricua, recientemente recibió un reconocimiento “Rising Star Award” otorgado por PACDC (Philadelphia Association Of Community Development Corporations) para los menores de 40 años que estén impactando nuestra sociedad de manera positiva. Durante toda su juventud recibió varios premios, pues siempre fue un joven que se destacó por su servicio a la comunidad.

Harry llegó a HACE a la edad de 19 años, ahora tiene 34, es padre de Laylanie, una hija de 10 años, y ella es uno de los impulsos más grandes que ha tenido en su vida y por la cual tiene el objetivo de seguir trasformando el barrio que lo ha visto crecer. Después de 15 años de haber iniciado su labor en HACE, él sigue ahí, escalando peldaños, con el objetivo de un día ser el presidente y director general de la Agencia sin fines de lucro, que día a día se empeña por mejorar la condiciones de vida de la población del norte de la ciudad de Filadelfia.

Harry tenía 8 años cuando inmigró con su familia de su natal Puerto Rico, al área de Norris Square. Su madre desde que llegó a esta área del norte de la ciudad, se dedicó a continuar su pasión que traía desde la Isla del encanto. Durante ese periodo él, al igual que su madre, también se involucró en las No Profits, y empezó su larga carrera en la lucha por su comunidad.

Cuando empezó a trabajar en HACE recién graduado de la escuela superior, Harry fue comprometido por el anterior CEO, Guillermo Salas, a continuar sus estudios universitarios, y así lo hizo. No fue un periodo fácil, pues llego un momento en que trabajaba y estudiaba a tiempo completo, sin embargo su pasión por la comunidad y la gran inspiración que le han dado sus mentores, ha sido el combustible para no claudicar en la lucha por conseguir un mejor nivel de vida para los residentes de esta afectada zona de la ciudad.

Harry recuerda que cuando llegó de la Isla, le impacto haber llegado de un lugar donde tenían un buen nivel de vida, a una comunidad con tantos problemas sociales. Su madre María Rojas, quien ya tenía experiencia trabajando con la gente, rápidamente se involucró en las organizaciones sin fines de lucro, y él también apenas pudo. A los 16 ingresó a CUNAD que tiene programas dirigidos a los adolescentes. “ Varios adolescentes recibíamos entrenamiento a nivel nacional, y había una conferencia anual y cada quien regresaba a su comunidad para aplicar lo aprendido”. Durante sus estudios superiores sirvió como “Youth advisory Council, en la Thomas A. Edison High School. Y en 1999 tuvo el honor de ser “Mayor for day”. Harry también fue líder comunitario en el “Rivera Center” y recibió entrenamiento básico militar. Entusiasta por recibir lo mejor de cada experiencia, también se ha involucrado en la disciplina que dan los deportes de equipo. Venir de una escuela superior con bajo rendimiento y muchos retos, no lo definió, y obtuvo las becas y recursos necesarios para graduarse en administración de empresas, y contaduría.

Harry admira mucho a los inmigrantes, y reconoce el gran sacrificio que hacen, como lo realizaron sus padres. Ellos no sabían el idioma, dejaron su patria, su casa, su familia, para darles una mejor educación a sus hermanos y a él. Estaban preparados, pero aquí tuvieron que hacer los trabajos más humildes, en fábricas y sacrificar su tiempo.

“Estoy muy orgullo de mis padres, y nosotros hemos mejorado y tratando de mejorar la comunidad, nos hemos mejorado a nosotros mismos”.

Harry considera que parte de su éxito es ser parte de una familia muy unida. “Bailamos, tocamos música y nos presentamos con nuestros bailes. Es una cultura que se va enseñando a las próximas generaciones”. También considera que su historia es muy única, por las experiencias que ha podido vivir siendo parte de distintas realidades. Está muy orgullos se haber resistido a la presión y a las tentaciones. Cree que la diferencia fueron sus padres “Ellos desde niño siempre me hicieron ver, me dejaron saber que yo podía hacer lo que quisiera.. Ser puntual y trabajar duro fueron valores que me dieron…Siempre me gusto trabajar… Siempre he tenido ese fuego de hacer lo mejor que pueda.

Harry también agradece a sus mentores; Bill Salas y David, y María Gonzales, porque lo han dejado e impulsado a crecer. “Ellos vieron que era apasionado… Estoy orgulloso de haber crecido, estudiado y trabajando en este vecindario. Quiero ser un modelo para otros jóvenes, y pasarles el mensaje de que no importa donde vengas o donde vivas, tú puedes impactar. Sus aspiraciones además de dirigir algún día HACE, son ayudar a frenar la violencia, combatiendo la pobreza a través de programas bien establecidos de desarrollo comunitario, generación de empleos y de casas a precios asequibles. Enhorabuena Harry, claro ejemplo y orgullo de la comunidad latina de la ciudad de Filadelfia.

Por: Perla Lara

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